LA FLOILANA: ¿la finca más pequeña de la casa o la más grande?

En el viaje que hicimos el pasado mes de febrero a la fábrica de Massey Ferguson en Beauvais (Francia), pudimos conocer a Marcos Vázquez. Él es un gran agricultor gallego, propietario de Casa de Vázquez; además de un gran amante de la maquinaría agrícola. Durante estos días están con la recogida de las manzanas para la producción de Sidra y le hemos pedido que nos envíe fotos y comentarios sobre este trabajo. Aquí tenéis, con todo lujo de detalles, lo que nos cuenta nuestro amigo Marcos.

Comenzaremos por describir la parcela en la que estamos trabajando:

  • Superficie: 550 m2
  • 15 manzanos. Plantados de forma perimetral en la parcela.
  • Producción 2017: 1.900 kg de manzana ecológica
  • Precio: 0.28€/kg
  • Ingresos brutos: 553.28€ (0.99€/m2)
  • Dedicación: una persona recoge unos 460kg de manzana al día. Además, con las tareas de poda y pastoreo, conllevan una dedicación de 4 días al año.

El dilema empieza aquí, en liberar la mente de los conceptos de «pequeño», «grande», «productivo», «rentable», etc., porque son tan relativos que cualquier evidencia tan simple como ésta de la “Froilana” puede desmontarlos.

La producción de manzanas para sidra en la Casa de Vázquez en Trasliste se lleva haciendo desde hace más de 2 décadas. Dicha producción parte de dos pilares, que proyectó el titular de la casa de labranza de aquella época (20 años atrás), padre de nuestro amigo Marcos. El primer pilar parte de su etapa como emigrante en Suiza a principios de los 70 dónde pudo ver plantaciones perimetrales de árboles frutales en muchas fincas. El segundo pilar se basó en que ciertas fincas de reducida dimensión, al introducir la mecanización era muy difícil su manejo (incluso el Ebro 44 se hacía grande para 500 metros cuadrados).
A partir de ahí, empezó a pensarse que las manzanas podrían ser algo más que un alimento de época para auto consumo, y así pasar a convertirlas en una oportunidad para la sostenibilidad de la finca.
En el año 1999 se introdujo un elemento diferenciador que marca un punto de inflexión en el aprovechamiento de esta manzana: la certificación como producción de calidad, mediante la calificación del producto como ecológico por el CRAEGA (Cosejo regulador de agricultura ecológica de Galicia creado recientemente por aquel entonces). De forma progresiva, se introdujeron modificaciones de forma constante con los objetivos de aumentar la producción, y segundo, reducir la diferencia de producción entre campañas.

La plantación en general se plantea como algo simbiótico con la producción de carne de vacuno (también con certificación ecológica y denominación de origen con Ternera Gallega Suprema), puesto que debajo de los árboles, en ciertas épocas y con cuidados determinados se aprovecha el pasto y al mismo tiempo las vacas abonan el terreno. Por otra parte, se continúa aumentando el número de árboles en las fincas que tienen menos de 3.000 metros cuadrados.

Como se aprecia en el gráfico, la producción, a pesar de los esfuerzos, no es estable, pero pese a que en los últimos 5 años se están renovando árboles, tanto en la gráfica de producción como la de ingresos la tendencia clara es al aumento (este último dato se debe gracias a la diferenciación con la certificación en ecológico).

CAMPAÑA 2017

Fue una campaña convulsa. Los árboles que plantamos en la parroquia de Trasliste, Ayuntamiento de Láncara, produjeron en exceso y hubo que realizar sacudidas preventivas para evitar roturas de ramas. Aun así, algunas se rompieron de forma considerable. En los árboles plantados en las fincas de la parroquia de Franqueán, Ayuntamiento de O Corgo, las heladas tardías acabaron por completo con la producción. Para este año con la nueva plantación, lo esperado era superar la producción de 2011 (15.500kg) pero que al final no pudo ser quedándonos en 13.500kg.

En cuanto al precio, se ha conseguido un importante aumento, como reconocimiento al esfuerzo y a la perseverancia en este tipo de trabajo, se ha conseguido una subida de entorno al 4% respecto al año 2015 (año en que la producción ya fue considerable). Toda la producción se vendió a la empresa Customdrinks (Chantada), perteneciente a Estrella Galicia, que elabora entre otros productos la Sidra Ecológica «Maeloc».

Entre las mejoras en el manejo que se han introducido con el paso del tiempo, la más destacada es la manipulación de la manzanas en sacas. Y la carga para el transporte a planta se lleva a cabo con un útil para la pala del tractor en forma de “L”, que permite rebasar los laterales (aprovechando un desnivel del terreno) del camión o remolque que se usa para el transporte a la factoría.

En el año 2015 se adquirió un remolque nuevo del fabricante gallego “Blanco y Oro” para dicha explotación. También, disponen de un tractor Massey Ferguson 5460 Dyna4 Tier III con capacidad para remolcar con facilidad por la carretera, por lo que se decidió realizar el transporte de las manzanas en tractor directamente hasta la planta, representando un importante ahorro en dinero (consume 55 litros de gasóleo en recorrer los 150 km de ida y vuelta).

Esperan introducir en un futuro inmediato la sacudida mecanizada y posiblemente, a medio plazo, también parte de la recogida mecanizada. En la actualidad la recogida se realiza de forma totalmente manual, con mano de obra familiar y asalariada. 

 
 

3 respuestas a «LA FLOILANA: ¿la finca más pequeña de la casa o la más grande?»

  1. con un rendimiento de 1 €/m2 (echa cuentas por hectarea) y dedicándole 4 días al año, nunca mejor dicho … La pena es no tener una explotación de muchas hectareas

    1. Pues lo mismo pensamos nosotros cuando nuestro amigo Marcos nos envió el artículo. El tener un cultivo especializado, conforme está la agricultura ahora mismo, es una vía de salvación.

      Gracias por tu comentario.
      Twins’ Farm

  2. ¡Precioso reportaje!
    En realidad se trata de un reportaje bonito y emotivo por como está escrito y redactado, pero es que es tiene los datos suficientes para «dar que pensar». El dilema que plantea Marcos es de lo más interesante.
    En realidad yo tengo la respuesta a ese dilema grabada en mi ADN. Soy de los que siempre defenderán la agricultura sostenible. La plantación «perimetral» fue ya usada por nuestros bisabuelos y abuelos y luego fue olvidada. La posibilidad actual de certificar una producción como «de calidad» abre nuevas vías de desarrollo a esa agricultura tradicional, sostenible y, con condicionantes, rentable.
    El uso de las parcelas para una actividad «agraria» y no solo «agrícola» es la clave que hemos ido olvidando.
    Gracias Marcos por tener esta visión tan abierta y gracias por hacernos participar de ella.

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