En los dos siguientes artículos trataremos las tareas de poda en el olivar: poda de aclareo y poda de formación. En esta ocasión, hablaremos de la poda de aclareo (también llamada poda de producción) que hemos realizado a los olivos que están en plena producción. Estas tareas son recomendadas hacerlas cuando la actividad vegetativa del árbol sea mínima, cosa que ocurre entre los meses de enero a abril. Con las tareas de poda ayudamos a prevenir el envejecimiento prematuro del árbol, además favorecemos el renovar las ramas eliminando ramas viejas y creamos un crecimiento equilibrado. Nosotros podamos los olivos cada dos años y hacemos coincidir la poda con el año que más cosecha tiene (recordar que son árboles que normalmente tienen buena producción cada dos años). De esta forma ayudamos a que el año que menos rendimiento genera sea menos agresivo para el árbol.
La poda de aclareo consiste en seleccionar las ramas que se van a eliminar con el objetivo de que el aire y la luz puedan entrar por todas las partes del olivo. El olivo, para su desarrollo y buena producción, necesita gran cantidad de luz solar, por lo que cuando tiene demasiadas ramas genera sombra entre ellas y esto puede ser perjudicial para su rendimiento. Hay que tener cuidado si eliminamos demasiadas ramas ya que la luz podría dañar el tronco por insolación. También aprovechamos esta tarea para formar la copa del árbol y así tener todos la misma forma, evitando que las ramas se queden a mucha altura y podamos tener problemas en la recolección (recordar que realizamos una recolección manual).
Una vez se ha terminada la poda, hay que recoger todos los residuos generados. Estos, antiguamente, se solían eliminar con fuego pero en los últimos años está predominando la opción de picar esos residuos con el objetivo de volverlos a incorporar a la tierra como materia orgánica.
Después de la poda, lo ideal es curar las cicatrices que se han generado con los cortes mediante tratamientos fitosanitarios. Las heridas son las principales entradas de bacterias al árbol… pero de esto hablaremos en futuros artículos.
Una respuesta a «Olivar (I). Poda de aclareo»