Que la climatología está loca no le cabe duda a nadie. Si el año pasado tuvimos una nefasta cosecha debido a la gran sequía, este año es todo lo contrario ya que ha llovido mucho y en muchos sitios incluso en exceso. En nuestra zona se espera una buena cosecha de cereales, aunque tendremos que esperar para ver si realmente es así ya que la combinación de tanta humedad con variaciones intensas de frío a calor genera multitud de enfermedades que pueden echar al traste la cosecha. Y estamos teniendo una primavera demasiado húmeda.
Como podéis ver en la primera foto, en nuestra zona hemos tenido más de 400 mm de lluvia desde comienzo de año 2018 (mayo de 2018 ha sido el mayo más lluvioso del siglo XXI). El año pasado fueron 309 mm en todo el año y en muchas ocasiones muy mal repartidos ya que hubo muchos periodos sin lluvia en momentos cruciales para el crecimiento de los cultivos. Otro ejemplo de que la climatología ha cambiado es el que nos enviaba hace unos días nuestro amigo Timo, de Finlandia. Allí están acostumbrados a muchas lluvias y en esta ocasión está preocupado por la cebada que sombró hace un mes ya que lleva tres semanas sin llover y piensa que tendrá serios problemas de germinación.
Los viticultores están totalmente atareados con los tratamientos fitosanitarios, especialmente con fungicidas, para prevenir el mildiu y oídio (hongos fitopatógenos) en las viñas. Nosotros hemos tenido que hacer un tratamiento a las lentejas (con cobre y fungicidas) para evitar la roya. Las leguminosas están sufriendo mucho e incluso algunas, como los yeros, se están echando a perder, teniendo una apariencia de estar quemados, igualmente por la roya. Cabe recordar que esta enfermedad produce debilitamiento de las plantas como también defoliación prematura y aborto floral. En ataques muy intensos las plantas se secan y toman la apariencia de estar quemadas. En cuanto a los trigos también habrá que estar muy pendientes, aunque nuestra zona no es productora de trigo.
La recolección del ajo spring ya ha comenzado y también se están teniendo problemas ya que salen con mucho barro y por tanto dificulta las tareas de recolección y corte de raíces y tallos. Veremos si no afectan a la calidad. Y por último, con respecto al ajo morado también se teme por el hongo llamado «blanquilla», que suele salir por la falta de calor y un exceso de humedad.
En las fotos podéis ver unas hojas de parras adultas tras el tratamiento con pulverizador hidráulico. Insisto en lo del pulverizador porque como veis el tratamiento tiene muchos impactos pequeños que es el marchamo de calidad de un tratamiento y con un pulverizador al cual se le culpa de tener poca gota y demasiado grande en contra de los que defienden el atomizador o incluso el nebulizador pues como veis el pulverizador con la presión adecuada también hace un buen trabajo. En la última foto se ve una parra recién plantada que ya sobresale del protector y que por tanto tiene más o menos 50 cm de alto. Por último, también podéis ver los problemas que se están dando en la recolección del ajo spring, al tener barro en las raíces.
Seguro que en otras zonas los problemas son diferentes… todos los excesos son malos. Esperamos vuestros comentarios.
¡Preciosas fotos! pero… ¡explícalas ligeramente! ¿Qué puede ver el lector en una hoja de parra blanquecina si no le dices lo que tiene que ver?… ¡ya os vale!
Helio, aprovecha los comentarios para añadir esa información… ¡¡¡que las fotos son tuyas!!!
Gracias por las fotos y por tus comentarios.
Pues efectivamente es lo que ya está puesto y es que el tratamiento que se ha realizado es con un pulverizador hidráulico con bomba de pistones. Y regulando bien la presión y eligiendo bien una boquilla de un pulverizador hidráulico el tratamiento no es malo y puede «suplantar» las excelencias del nebulizador o del atomizador.
El tratamiento que se ha hecho es contra el mildiu (preventivo) y oidio (ceniza), también he añadido, en mi caso, algún abono foliar con algo de aminoácidos.