Cebada maltera en Finlandia: trabajos de cosecha

Nuestro amigo finlandés Timo, nos envía algunas imágenes y comentarios sobre las tareas de cosecha de cebada en sus parcelas.
El principal producto que siembra es cebada maltera de 6 carreras. Esta en vez de usarse para generar cerveza, se usa para pienso y debe tener un alto nivel de proteínas (más del 12%) y de germinación (más del 95%). La vende a la fábrica cercana a su finca, por lo que el gasto en transporte es bajo.
La cebada se siembra en los primeros días de mayo y gracias a los largos días en Finlandia la planta está lista para ser cosechada a mediados de agosto.
Allí, el otoño es lluvioso por lo que el grano nunca está bajo una humedad del 14%. Por tanto, tiene que ser cosechado con una humedad del 17 al 25% y secado mediante calentadores de diesel (se necesita sobre 10 litros de diesel para secar 1.000kg de cebada). Timo tiene un viejo secadero con capacidad para 150 hl y tarda medio día en secar esta cantidad… por lo que necesita más tiempo para secar que para cosechar.
Con respecto a su cosechadora, él tiene una Sampo-Rosenlew 2045 (fabricada en Finlandia) con 3,9m de corte. Durante mucho tiempo, la cuota de mercado de Sampo-Rosenlew ha sido superior al 50% en Finlandia. Como cosechadora ligera es ideal para campos húmedos con barro y es sencilla de limpiar por dentro (más sencillo que otras marcas). En Finlandia, los trabajos de cosecha son realizados en agosto y septiembre. Además, la lluvia no hace posible cosechar más de 30 días al año, por lo que no es posible cosechar más de 300ha/año con una cosechadora (la mayoría de las cosechadoras allí solo se usan entre 30 y 100ha/año). Esto obliga a que casi todos los agricultores dispongan de su cosechadora… el coste de la maquinaria es alto junto con el de cosechadora y secadero.
Este año ha tenido una media de 6.500kg/ha (esta ha sido superior a la media de los últimos 8 años, que es de 6.300kg/ha). La media respecto a todo el país es de menos de 4.000kg/ha. También nos comenta que la calidad de la cebada ha sido buena.
Por último, nos indica que ha guardado completamente la cosecha de este año como hacen muchos agricultores en su país. El precio es más bajo en otoño cuando muchos agricultores, que no tienen almacenes, tienen que vender sus cosechas

 

​​La huerta está a pleno rendimiento

Toca cambiar de tema. Después de dos semanas hablando sobre el ajo morado, nos gustaría continuar hablando de una agricultura más casera. Nuestra huerta este año nos está dando unas hortalizas fantásticas. Digo que es una agricultura más casera porque todo lo que recogemos es para el consumo familiar. Como podéis ver en las fotos, los tomates, pepinos, calabazas, pimientos,… son de magnífica calidad. En nuestro pueblo (y en nuestra zona en general) es muy común que los agricultores en verano tengan un pequeño huerto para consumo propio. Genera mucho trabajo porque todas las tareas son manuales, pero es muy gratificante.
Gracias a la tinaja que instalamos el año pasado y que usamos para regar la huerta mediante un sistema de riego por goteo (también la usamos para llenar nuestro pulverizador en la época de escarda) nuestra huerta tiene un color estupendo. Esperamos estar recogiendo tomates durante unas dos semanas más.

Ajo morado: el final para el agricultor

Durante estos días, llevamos a cabo la última tarea de los ajos de esta campaña: entregarlos a la cooperativa para que sean clasificados, limpiados y vendidos. El trabajo es sencillo, ya que nosotros no tenemos que hacer nada, solo llevarlos. El personal de la cooperativa hace todo.
Los ajos se descargan en dos tolvas que tiene la máquina de clasificar. Esta máquina está clasificando unos 900 palots al día (trabajando 16 horas). Al mismo tiempo, algunos trabajadores revisan el destrío (son los ajos que tienen algún problema: están rotos, mal cortados, con alguna enfermedad,…). El peso de este tipo de ajos es deducido al agricultor en su cantidad total, ya que el precio de venta no es el mismo e incluso algunos de ellos no se podrán vender.
El ajo morado es clasificado en cinco categorías, según su diámetro:

Identificación
Diámetro (mm)
Segunda
30-37
Primera
37-45
Flor
45-50
Superflor
50-55
Extraflor
>55

Cuando el palot es retirado de la máquina clasificadora, se le asigna una pegatina de trazabilidad. En esta pegatina existe un código de barras que identifica el número de socio al que pertenece los ajos, parcela, tipo de ajo, calibre, fecha de entrada,…
Por último, tenemos que preparar la simiente para la próxima campaña, que sembraremos en el mes de diciembre… hasta entonces podremos descansar de este cultivo que genera gran cantidad de trabajo.

Ajo morado: tareas manuales y almacenaje

Y llegó la última tarea de los ajos en el campo. Después de estar cuidándolos desde diciembre que fueron sembrados, solo nos queda cortar las raíces y el tallo para almacenarlos en palots (después los entregaremos en la cooperativa para que sean procesados y vendidos a lo largo del año). Como podéis ver, esta tarea es totalmente manual, por lo que se necesita de gran número de personas si quieres que no se alargue mucho en el tiempo.
Durante 5 días estuvimos trabajando unas 40 personas, la gran mayoría de ellas eran rumanos (desde hace años, todas las tareas de los ajos son realizadas por ellos y la verdad es que trabajan muy bien). El proceso de corte es sencillo: cada trabajador utiliza unas tijeras y dos cajas pequeñas. En una echa los ajos buenos y en otra los ajos que están rotos o tienen algún problema. Nosotros les pagamos por palots, por lo que ellos van vaciando sus cajas hasta llenar el palot.
Al final, el momento más gratificante es cuando el camión sale del campo cargado con los palots… el trabajo ya está hecho y puedes descansar hasta la próxima campaña.