Desgranando ajos

Antes de sembrar los ajos el primer paso es desgranarlos. Para ello, el día anterior estos son metidos en el secadero, con el objetivo de que la máquina pueda desgranarlos sin problemas. Si están húmedos, es posible que algunos dientes queden unidos a otros, por lo que la tarea será más complicada y con un resultado peor ya que tendremos dientes dobles, que será un problema para sembrarlos.
La máquina utilizada para esta tarea es un tren de desgrane de la marca JJ Broch que permite desgranar unos 1.000 kg/h. Esta consta de una tolva donde se depositan las cabezas de ajos, pasando a una sección de rodillos donde son desgranadas. Después de esto, una serie de personas quitan los dientes malos, impurezas,… pasando los dientes buenos a una clasificadora. Para sembrar, utilizaremos los grandes.
Una vez terminada la tarea del desgrane, los dientes de ajo son rociados con un fungicida llamado Prelude (de la marca BASF). Este producto tiene de materia activa Procloraz 20%.

Entrega de ajos

La semana pasada fuimos a la cooperativa para entregar los ajos. Esta tarea se hace en tres veces, por lo que cada socio tiene que esperar a que le llegue su turno. La cooperativa de ajos «San Julián» de nuestro pueblo (la cual forma parte de Coopaman), está durante todo el mes de agosto recibiendo ajos de los socios (entorno a 5 millones de kilos). Los operarios trabajan en dos turnos de 8 horas cada uno para cumplir con el objetivo. El trabajo es duro y aún más debido a la gran cantidad de polvo que los ajos generan cuando son clasificados.

El agricultor sólo se ocupa de cargar los remolques con los palots para llevarlos a la cooperativa. Alli son descargados por la carretilla elevadora Linde y son volteados en las tolvas de la clasificadora. Una vez que pasan por esta máquina, se les pone una etiqueta de trazabilidad que no perderán hasta que sean vendidos. En esta etiqueta se encuentra un código de barras que identificará al socio, la parcela, fecha y hora de entrada a la cooperativa, tipo y calibre de ajos,… En este proceso también se evalua la calidad revisando el estrio por las diferentes clasificaciones.

Finalmente, los ajos son metidos en cámaras frigoríficas que los mantendrán en torno a -3 ºC hasta que son preparados para su comercialización. De esto se encargan las mujeres: los limpian, pelan y meten en diferentes cajas de cartón, madera, plástico, bolsas de diferentes tamaños,…