Una de las últimas tareas de recolección del año es la cosecha de girasol, que suele tener lugar entre septiembre y octubre (aunque en los últimos años se ha adelantado, y en nuestra zona casi siempre se realiza ya en septiembre). La última cosecha del año será la de los olivares, en diciembre.
Sin embargo, en esta ocasión no solo queremos hablar de la cosecha de girasol, sino que también estamos especialmente ilusionados porque celebramos 15 años publicando contenidos en nuestros blogs.
El 12 de octubre de 2010 publicamos nuestra primera entrada, dedicada precisamente a la cosecha de girasol —podéis verla en este enlace—. Desde entonces, hemos compartido nuestro trabajo y el de muchos amigos a través de varias publicaciones mensuales, siempre acompañadas de reportajes fotográficos y, en muchos casos, de vídeos publicados en nuestro canal de YouTube.
Cabe destacar también que nuestro primer vídeo fue subido a YouTube el 20 de noviembre de 2008. Desde entonces, hemos publicado 517 artículos, redactados tanto en español como en inglés.
Queremos agradeceros a todos por seguirnos, leernos y enviarnos contenido, lo que mantiene vivo este blog. También damos las gracias a nuestros patrocinadores, que nos ayudan a sostener este proyecto y en muchos casos nos prestan sus productos para probarlos en el campo —siempre de forma independiente y sin coste alguno—.
En cuanto a la cosecha de girasol de este año, los rendimientos han sido bastante bajos, como suele ocurrir. El girasol es un cultivo que sembramos en mayo y cosechamos en septiembre, por lo que atraviesa los meses más secos del año. Desde la siembra hasta la recolección apenas llueve.
Este verano ha sido especialmente duro, con temperaturas extremadamente altas durante todo agosto, lo que provocó un fuerte estrés hídrico en las plantas. Los rendimientos han promediado en torno a 800 kg/ha, y con un precio bastante bajo (unos 450 €/tonelada), se ha convertido en un cultivo poco rentable.
Seguimos sembrando girasol porque forma parte de nuestro sistema de rotación de cultivos ecológico, pero en la práctica se ha convertido en un cultivo residual en nuestra zona debido a los veranos cada vez más secos y calurosos de los últimos años.

