Una de estas viñas nuevas está al lado de una parcela nuestra de cereal, y en esta ocasión pudimos ver como Florencio y su padre la trabajaban. Estaban aportando un abono orgánico (80% de orgánico con una mínima parte de mineral 5-4-5). Este abono tiene sus ventajas para la viña nueva, ya que es absorbido por la planta de forma lenta. Para echarlo en la parcela se necesita una máquina especial, como podéis ver en las fotos, que disponga de unas tuberías con gran desahogo (recordar que se echa entorno a 2.000kg/ha). Este tipo de abono nosotros lo hemos utilizado, por ejemplo, para los ajos, en el abonado de fondo de sementera.
Como contrapartida, al echar tanta cantidad, si se utilizan sacas se genera un gran número de ellas, por lo que el transporte se complica. Al final, casi todos los agricultores optan por echar estiércol ya que su aplicación es más cómoda. En caso de que no llueva también es necesario regar la tierra después de aplicar este abono orgánico (en formato pellet) para que comience a disolverse.
Por último, el agricultor debe de tener cuidado en su almacenaje, ya que el olor es bastante intenso y si este se humedece, puede compactarse por lo que será un problema serio a la hora de su aplicación.