Injertando pistachos

El pasado mes de agosto visitamos a nuestro primo Juan Ángel, que estaba en una de sus parcelas donde hace unos años comenzó con la aventura de plantar pistachos… estaba realizando las tareas de injerto. Como ya os hemos dicho en alguna ocasión, nosotros estamos volcados con el olivar así que el pistacho es un cultivo bastante desconocido para nosotros.

Una de las elecciones a realizar cuando se hace una plantación de pistachos es la elección de la planta injertada o sin injertar… básicamente la gran diferencia es el precio y los años que tardarán en estar en plena producción. Un árbol injertado estará en producción algunos años antes que si lo plantamos sin injertar. Si nos centramos en el precio, tenemos estas opciones:

  • Árbol injertado: 15€
  • Planta sin injertar de 1 año: 0.8€
  • Planta sin injertar de 2 años: 2€
  • Planta sin injertar con portainjerto UCB1: 7€

En cuanto al portainjertos que se utiliza, las opciones más comunes son cornicabra y UCB1. El portainjertos cornicabra es mucho más económico pero en estos últimos años el más utilizado es el UCB1.

Si nos adentramos un poco en las tareas de injertado de pistachos, en nuestra zona estas tareas se realizan entre los meses de julio y septiembre ya que hay que buscar el mejor momento de savia en el árbol. Después de unos días será necesario revisar los injertos para ver los que se han perdido. Para poder realizar el injerto, el árbol tiene que tener unos 18 meses o más con un grosor de tronco de unos 12 mm o más. Las yemas que se utilizan para realizar el injerto son cogidas de árboles más viejos que ya están en producción o también se pueden comprar en los viveros. A Juan Ángel le gusta hacer el injerto a una altura que se quede dentro del protector, ya que cuando comience a salir el nuevo tallo, siempre es más sencillo guiarlo hacia arriba al ponerle el protector.

El objetivo final es conseguir un árbol de pistachos de la variedad Kerman, Larnaka o Sirora, que después de unos 3 años de realizar el injerto comenzarán a producir pistachos en cantidades más o menos importantes.