Villoruela: Su siembra de patatas

Ya hablamos en verano sobre las tareas de recolección de la patata. En esta ocasión hemos vuelto a hablar con nuestro amigo Jose María para que nos comente las peculiaridades de las tareas de sembrar patatas… ¡comenzamos!La preparación del terreno es un punto muy importante antes de comenzar a sembrar patatas. El terreno tiene que estar lo más molido posible (para ello utilizan normalmente gradas rotativas). El objetivo es que no existan gasones que se puedan clavar en la piel de la patata. También es importante tener una buena cama de siembra a la hora de la recolección. Si hay gasones, el cribado y limpieza de la patata es mucho más difícil y por tanto habrá patatas con más heridas y desperfectos.

Una vez que la tierra está lista para sembrar, hay que preparar la semilla. En este sentido, se pueden utilizar diferentes calibres (tamaños), aunque los más normales son de 28mm-35mm, 35mm-45mm y 45mm-55mm. Jose María utiliza el tamaño pequeño ya que no parte la patata. La pregunta típica en España es ¿partimos la patata para sembrarla o no la partimos? El partir la patata solo se hace en España y el principal objetivo es ahorrar semilla. La patata nace perfectamente si está partida, pero tenemos el riesgo de transmitir enfermedades en la máquina que se encarga de partirlas. Normalmente, si el calibre de semilla es grande, se suelen partir… con eso se consigue comprar una semilla más barata (los calibres pequeños son más caros ya que son más complicados de conseguir) y además se multiplica la semilla al partirlas. El precio de la semilla para calibres pequeños suele estar en torno a 1,2 €/kg.

En cuanto a dosis de semilla, se suele utilizar unos 1.100 kg/ha que suelen ser unas 42.000 patatas/ha del calibre 28mm-35mm. Cada kilogramo de patatas sembradas suele producir unos 45 kg… más concretamente cada patata suele producir unas 15 patatas.

Como veis en las fotos que nos envía José María, utiliza una sembradora Grimme GL-34 de 4 surcos que dispone de una tolva de 1.200 kg con la que siembra unas 10 ha/día a una velocidad de unos 7 km/h. La distancia entre surcos es de 75cm y la patata queda enterrada unos 10cm. La sembradora dispone de un sistema para inyectar un insecticida de larga duración para prevenir los escarabajos de la patata. Este insecticida es efectivo durante toda la vida de la planta. La distancia entre surcos es importante ya que la planta necesita bastante espacio para desarrollarse. Si la patata no está cubierta se pone verde. Además la producción es bastante numerosa como ya hemos comentado.

Este año se está retrasando las tareas de siembra debido a las lluvias, por lo que seguramente generará una perdida de producción ya que el ciclo de las plantas se verá afectado… no se puede retrasar mucho la recolección ya que podrías entrar en fechas con meteorología complicada también.

Las patatas tardan unos 20 días en nacer y hasta que no tienen unos 15cm de altura no se comienzan a regar… de todo esto hablaremos más adelante.

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​La rica patata de Salamanca

​Uno de los cultivos de los que no hemos hablado nunca en el blog ha sido la patata. En esta ocasión pudimos charlar con José María González (a quién conocimos en Demoagro 2017 y además es el creador del grupo Agricultura Española en Facebook) con el objetivo de que nos explicase un poco sobre este interesante cultivo. José María vive en Villoruela (Salamanca), donde junto con sus hermanos tienen una explotación agrícola en la que siembran cereales, colza, maíz y patatas.

Los trabajos con la patata comienzan con la siembra en abril. Siembran la patata entera utilizando una dosis de unos 1.100kg/ha. Después de esto, comienzan con los riegos semanales (unos tres riegos de media) desde mayo hasta agosto… es un cultivo que genera mucho trabajo durante toda su vida. En estos días, han comenzado a sacar patatas, con una producción en torno a 60.000 kg/ha.

Ellos siembran unas 30ha de patatas de las variedades Monalisa y Manitou (patata roja). En Salamanca también se planta mucho la variedad Agria, que tal y como nos comenta, es una de las mejores para nuestro paladar. El agricultor tiene dos opciones a la hora de venderlas: venderlas para fresco (las que se compran en el supermercado en bolsas) o vender para industria (serán usadas mayormente para hacer patatas fritas). Ellos lo venden todo para fresco y normalmente son exportadas a Portugal. El precio puede variar entre los 0,20€/kg y 0,04€/kg para las patatas en fresco y para industria (con un contrato establecido desde que se siembran) suele ser entorno a 0,14€/kg.

Como podéis ver en sus fotos, utilizan una máquina Grimme SE 85-55 que le permite trabajar algo más de 2 ha/día (unos 4 caminos diarios) a una velocidad de trabajo de unos 4,5 km/h y llenando sacas de 1.000kg. La distancia entre surcos es de 75cm. En la máquina trabajan varios operarios que van haciendo una primera selección de las patatas para quitar las que son defectuosas.

Según nos comenta José María, el mercado de la patata está cada vez peor, ya que muchas veces no se respetan los precios acordados en la venta (el vende sus patatas a un intermediario que venderá al distribuidor final en España y Portugal). Si la patata llega en malas condiciones al destino (sin tener culpa el agricultor) o directamente no es del agrado del distribuidor final, el precio se baja o incluso la mercancía es devuelta al agricultor. Por otro lado, si la patata es para industria, debe pasar multitud de controles que garanticen el nivel de frito (para que resulten bonitas cuando se fríen). Si esto no se cumple, el precio que obtiene el agricultor también es notablemente más bajo.

¡¡José María, tendremos que probar esas fantásticas patatas!!

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